¿Saben mis hijos resolver sus conflictos? ¡Enséñales!

resolución conflictos

Hoy vamos a hablar de la importancia de proporcionar a nuestros hijos la habilidad para resolver problemas en la vida, desde los más sencillos a los más complejos.  Y… ¿por qué es tan importante? Pues bien, en consulta cada vez nos damos cuenta que muchos niños tienen esta carencia,  y cómo consecuencia,  desarrollan una baja autoestima debido a que no se sienten valorados ni seguros para abordar cualquier situación  o dificultad de su vida, otorgándose poco valor a sí mismos.

Por tanto, tenemos que contemplar el conflicto como una oportunidad de aprendizaje, una oportunidad para aprender habilidades sociales y competencias como la empatía, respeto, escucha, toma de decisiones, negociación, etc…ya que, en su vida, tendrán desafíos que deberán abordar con resolutividad y de forma constructiva.

¿Cómo podemos hacerlo desde casa?

  • La comunicación es el factor más importante. Hablar sobre nuestros propios problemas como adultos y exponer como lo podemos solucionar, va ser fuente de imitación y modelo para nuestro hijo, pues de nosotros aprenderá a resolver los suyos. Por eso una manera asertiva, desde el respeto , el diálogo y la comunicación, es la mejor manera de buscar soluciones constructivas.
  • Da importancia a sus problemas. Por muy pequeños y triviales que sean, son los que están afectando a su vida y están forjando las experiencias vitales que afectarán a su autoestima y personalidad. ¡Escúchale y oriéntale!

¿Y qué pasa si no nos lo cuenta? No pasa nada; aborda los problemas cotidianos que hay en casa, dándole la seguridad de que te lo puede contar sin tener miedo a una riña o castigo. Explícale lo que debe de hacer la próxima vez y cómo lo debe de hacer. Que vea que hay diferentes maneras de hacer las cosas y enséñale a analizar la más adecuada o correcta para conseguirlo. Poco a poco irá cogiendo confianza para contar sus problemas más personales.

  • ¡Dialoga! Dialogemos con ellos y les damos opciones, es importante que aprendan que sus actos tienen unas consecuencias. Por tanto, cambiemos el término “castigo” por “consecuencia”, que vean que ellos son capaces de tomar decisiones, y de esas decisiones ellos son los únicos responsables, por tanto aprenderán a ver que todo acto tiene una consecuencia, fomentando la autonomía, responsabilidad y toma de decisiones.
  • Y por último, enséñale una manera eficaz y pautada de resolver un problema,  por ejemplo:

1º Identifica el problema: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cuándo? ¿Cómo?

2º  Atajar el problema y no la persona: Mensajes Yo:

  • Dile como “yo me siento”,
  • Explícale el por qué, la situación concreta “Cuando me…”,
  • Y plantéale el cambio “por lo que me gustaría por favor que…” Práctica desde casa con tus propias situaciones como papá/mamá, para que él imite esa forma. Por ejemplo: “Yo no puedo seguir trabajando cuando tú estás detrás haciendo ruido por lo que me gustaría por favor, y…

3º Plantéale alternativas:o esperas a que acabe y luego jugamos juntos, o juegas ahora pero yo no jugaré contigo, o juego ahora pero luego me tendré que poner a trabajar no pudiendo hacer lo mío…” De esta manera trabajas la empatía, valoración de alternativas, toma de decisión y la autonomía para ser capaz de que él decida por sí mismo.

4º Elección de la mejor solución para ambos

5º Puesta en práctica y valoración de la elección

¿Y en consulta?

  • No hay mejor manera que desde el juego, así que hagámonos actores de las situaciones, y escenifiquemos la “situación-problema”. Primero cada uno desde su rol, y luego intercambiándonos los papeles para trabajar la empatía y la búsqueda de alternativas de solución para así barajar la más adecuada y asertiva.

¡Os dejamos también un material para trabajar tanto en individual como en grupo!

Técnica de Resolución de problemas

En definitiva, la inteligencia emocional es una herramienta muy importante en esta habilidad, por tanto promover desde edades tempranas una educación emocional hará que el niño tenga una buena gestión de sus emociones, sabiendo resolver conflictos en su vida y siendo niños con una buena autoestima. ¡No lo olvides! 🙂

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